Cuáles son las
características de estos dos estilos y los errores más frecuentes que debes
evitar.
Estilo directo
Es el que reproduce las palabras textuales de alguien. La forma de introducirlo es escribir dos puntos después del verbo y, a continuación y entrecomillada, las palabras textuales que se quieren reproducir.
Es el que reproduce las palabras textuales de alguien. La forma de introducirlo es escribir dos puntos después del verbo y, a continuación y entrecomillada, las palabras textuales que se quieren reproducir.
El presidente Obama
dijo: “Este viaje a Puerto Rico es un mensaje a todos los hispanos”.
Los verbos con los que
típicamente aparece son los llamados verbos dicendi, como decir, afirmar, recordar,
etc. Los que sirven, en general, para decir, preguntar, responder, replicar,
aconsejar, gritar, etc.
La forma del estilo
directo cambia en los textos literarios, en los que suele aparecer así:
—En fin, ¿cómo puede
mantenerse cuerdo con tanto calor? —dijo Hemlatha a nadie en particular.
Estilo indirecto
Es el que reproduce lo que alguien ha dicho, pero sin emplear sus palabras textuales. El uso del estilo indirecto requiere de algunos cambios en la oración para poder establecer las correctas relaciones de concordancia entre los tiempos verbales, los pronombres u otros elementos deícticos que puedan aparecer.
Es el que reproduce lo que alguien ha dicho, pero sin emplear sus palabras textuales. El uso del estilo indirecto requiere de algunos cambios en la oración para poder establecer las correctas relaciones de concordancia entre los tiempos verbales, los pronombres u otros elementos deícticos que puedan aparecer.
Hemlatha dijo que cómo
podía mantenerse cuerdo con tanto calor.
A diferencia del
estilo directo, después del verbo no se escriben dos puntos sino que se
introduce la conjunción que y se cambia el tiempo verbal de
acuerdo con la oración subordinada.
REFERENCIAS: Leonardo
Gómez Torrego, (2007), Hablar y escribir correctamente, Madrid: Arco.
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