jueves, 8 de noviembre de 2012

"El cambio climático puso fin a la civilización maya"

Los mayas se extinguieron, pero dejaron testimonios de su deslumbrante civilización, como la pirámide Caana, en Belize
Los mayas fueron capaces de predecir el fin del mundo (en realidad, el comienzo de una nueva era) para el próximo 21 de diciembre, pero no pudieron anticipar el fin de su propio mundo, que dominó Mesoamérica entre los siglos IV y XI de nuestra era.
Un largo periodo de intensa sequía era la teoría más aceptada como origen de este colapso, pero sin pruebas científicas que la respaldaran. Ahora, un equipo internacional de arqueólogos e investigadores de ciencias de la tierra ha podido datar, mediante el estudio de estalagmitas bimilenarias al sur de Belice, un cronograma que relaciona el cambio climático con el origen, expansión y declive de la cultura maya.
En un artículo que mañana publica la revista «Science», los investigadores reconstruyen registros de precipitaciones a partir de muestras de estalagmitas recogidas en la cueva Yok Balum, próxima a la antigua ciudad de Uxbenka, y los comparan con la narrativa histórica maya tallada en piedra en los monumentos de la región.
Cantidades inusualmente altas de lluvias favorecieron un aumento en la producción de alimentos y una explosión en la población entre los años 450 y 660. Esto llevó a la proliferación de ciudades como Tikal, Copán y Caracol a través de las tierras bajas mayas. Los nuevos datos climáticos muestran que este periodo fue seguido por otro de sequías generalizadas durante cuatro siglos, que provocaron una disminución de la productividad agrícola y contribuyó a la fragmentación social y el colapso político, refiere el doctor Douglas Kennett, profesor de antropología en la Universidad Estatal de Pensilvania.

De hecho, las rivalidades y guerras entre ciudades mayas y las alianzas estratégicas de las mismas aumentaron significativamente entre los años 660 y 900. «La sequía más severa (entre los años 1020 y 1100) se empareja con el colapso de los centros de poder maya y puede estar asociada con una disminución de la población en la zona», abunda el autor principal del estudio.

Kennett subraya «el vínculo entre una extensa sequía, las malas cosechas, la muerte, el hambre y la migración (con) la tragedia sociopolítica y el sufrimiento humano experimentados por los mayas del período Clásico». El experto anuncia que este descubrimiento proporciona una oportunidad para examinar los efectos del cambio climático a largo plazo para el desarrollo y la desintegración de complejos sistemas sociopolíticos como el nuestro.

James Baldini, doctor en Ciencias de la Tierra de la Universidad de Durham (Reino Unido), ha dicho que «el ascenso y caída de la civilización maya es un ejemplo de cómo una sofisticada civilización no sabe adaptarse con éxito al cambio climático. Con los períodos de alta precipitación aumentó la productividad de los sistemas agrícolas y dio lugar a un aumento de la población y la sobreexplotación de recursos; el clima progresivamente más seco llevaría a la desestabilización política, y a la guerra cuando los recursos se agotaron.

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