Como se sabe, el folklore de los sentimientos conserva el mito de que en el libro de la vida, junto al nombre de cada persona hay un espacio para ser completado con el nombre de con quién le correspondería estar por el resto de sus días. En otras palabras, el hombre o la mujer de su vida.
Pero a veces Cupido tropieza con alguna nube y las cosas del amor no funcionan como se quiere. Igual la vida, en su elástica generosidad, da otra oportunidad. También existe otro mito que señala que, después de los 50 años, la oportunidad de conocer a la media naranja viaja en un colectivo de recorrido cada vez más pausado y laberíntico.
Yo no entiendo nada... habla de libro de la vida, al lado de cada persona un espacio a ser completado... y me surge la pregunta... ¿quién carajo borró mi nombre??? ¿qué... no tenían nada qué hacer...???
Después en relación a Cupido... ese gordito con pinta de gay... anda pelotudeando por todos lados ... tiró flechas por doquier... armó quilombos bárbaros... ¿y a mi...??? ¿por qué noooo???? ¿ehhhh??? ¿acaso te vengás porque te digo gordito trolo???? ¿no es que la verdad no ofende...???
Por otra parte, hablan del colectivo... ¿justo ahora...??? tomé colectivos por casi 40 años de mi vida y ahora que voy caminando a todas partes... y además ¿me vas a decir que mi media naranja viaja en el 440 ó el 203...??? Andá a cagar... menos mal que no la encontré... sino te la tiraba por la cabeza...
ahhhhhhhh jajajajaja
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