sábado, 25 de mayo de 2013

Diez cosas que no sabías del 25 de Mayo

"Los masones como artífices de la Revolución, el destino de traición y olvido para los hombres de la Junta, la resistencia de Mendoza. Lo que no te contaron en escuela.

La Revolución de 1810 transformó la realidad de la época, ¿pero fue realmente una revolución?, ¿cómo fue la trama del proceso que llevaría a los conflictivos hechos de la Semana de Mayo?, ¿quiénes fueron realmente los protagonistas del 25? En esta nota intentamos iluminar algunos aspectos ocultos, o escamoteados, por la historia "vieja" oficial argentina. 1) Cintas blancas y rojas
Era viernes. En la mañana del 25 en la Plaza de la Victoria había parte de las tropas y no más de mil personas. Algunos llevaban en sus pechos cintitas azules y blancas, que eran los colores que los patricios habían usado durante las invasiones inglesas, pero French y Beruti repartían cintas blancas y rojas, colores que simbolizaban la unión entre americanos y europeos. Según otra postura, el color blanco representaba la paz y la roja a la guerra. Un grupo de jóvenes, enviados los morenistas, gritaban consignas para alentar a la gente.
2) Pocos paraguas y a oscuras
El viento y la garúa constantes habían hecho que la gente se retirara de la plaza y los que se quedaron, un centenar de personas que soportaban el clima durante la tarde, se protegía bajo los aleros de las casas y galerías aledañas. La lluvia impedía que se encendieran las luminarias; las candilejas y faroles alimentados con aceite de potro o de bagual se apagaban, por eso se abrieron los postigos de todas las ventanas iluminadas desde el interior de las casas con candelabros. Muy pocos tenían paraguas, un artículo caro y de lujo, importado de Inglaterra y que vendía una sola tienda.
3) Mujeres
Un grupo de damas entusiastas que conocían los secretos de la revolución desde hacía tiempo, entre ellas, las mujeres de la familia Vieytes, estaban en la Plaza de la Victoria, mezcladas con la multitud. Cinco días antes Casilda Igarzábal, esposa de Nicolás Rodríguez Peña, junto con otras mujeres instó a Cornelio Saavedra a oponerse a Cisneros.
4) En nombre del rey
La Primera Junta declaró que gobernaba en nombre de Fernando VII.
Para algunos era una estrategia a la que llamaron la "máscara de Fernando". Pensaban que todavía no había llegado el momento. Los revolucionarios fueron conservadores, no declararon la independencia. En el Río de la Plata se siguió jurando en nombre de Fernando VII con la bandera española flameando en el Fuerte de Buenos Aires hasta 1815. La emancipación formal llegaría el 9 de julio de 1816. Así lo recuerda Saavedra en sus memorias: “Por política fue preciso cubrir a la junta con el manto del señor Fernando VII a cuyo nombre se estableció y bajo de él expedía sus providencias y mandatos”. 5) La Primera Junta, un acuerdo político
La composición de la Primera Junta, en realidad, la Segunda Junta, surgió de un escrito presentado por French y Beruti respaldado por un gran número de firmas. En el Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810, el pueblo había votado la destitución del virrey Cisneros y pidió al Cabildo asumiera el poder y nombrara una Junta. Pero el Cabildo interpretó esto a su manera y nombró una Junta presidida por el ex virrey. Fue un escándalo: esta Junta renunció el 24. El 25 de mayo, por la presión popular, se nombró una Segunda Junta. Los nombres de sus integrantes fue el resultado de una negociación entre tres partidos, que habrían ubicado a tres candidatos cada uno: los carlotistas, los juntistas o alzaguistas, y el "partido miliciano". Belgrano, Castelli y Paso eran carlotistas. Los partidarios de Álzaga eran Moreno, Matheu y Larrea. Saavedra y Azcuénaga representaban al poder de las milicias formadas durante las invasiones inglesas; en el caso de Alberti, esta pertenencia es más problemática.
6) Más un cambio de gobierno que una revolución
En 1810 Buenos Aires tenía una población de 45.000 habitantes, los sectores populares estaban formados por grupos muy amplios y heterogéneos de personas, incluidos los esclavos, que trabajaban como artesanos, peones, jornaleros, vendedores ambulantes y demás. No se puede saber con exactitud cuántos de ellos participaron en el movimiento revolucionario porque no hay documentos. De ahí que los historiadores concuerden en la idea de que el 25 de mayo no se produjo una revolución sino que a partir de esa fecha el proceso revolucionario comenzó a dar sus primeros pasos.
7) No fue una revolución popular
Uno de los mitos sobre “la Semana de Mayo” es que se trató de una revolución popular. Lejos de ello fue una revuelta de un sector de la clase “decente” de criollos y españoles adinerados que temían la participación de la “chusma” tanto como los partidarios del virrey. Por eso, cuando las cosas arrancaron en la dirección incorrecta y Saavedra y Castelli insólitamente aceptaron el 24 de mayo integrar una Junta presidida por Cisneros, en una actitud que parecía una la traición, Beruti, líder de los “chisperos” que integraban la temible “Legión infernal” amenazó con que tañiría la campana del Cabildo para convocar al pueblo. El susto de los españoles y criollos, partidarios y contrarios de la continuidad del virrey, hizo que todo volviese atrás.
8) Fue resistida en Mendoza y otras provincias
El haber derrocado al virrey y a la junta que en principio se había formado para representarlo, reemplazándolos por la Primera Junta fue algo escandaloso para muchos y por lo tanto las primeras reacciones en el virreinato ante lo sucedido fueron disímiles. En Córdoba se armó una contrarrevolución presidida por Liniers; Mendoza tuvo algunas reticencias en aceptar a la Junta; en Salta hubo muchas discusiones; la resistencia fue activa en el Alto Perú, Paraguay y Montevideo. Mendoza en un primer momento dudó pero luego apoyó a la Revolución. Nuestra provincia no tuvo durante los primeros años un peso determinante y se limitó a enviar a sus diputados a la Junta, entre ellos, Tomás Godoy Cruz. Adquirió un peso mayor a partir de 1814 y cuando el plan de San Martín se empieza a ejecutar desde Mendoza y se instala aquí con una base fuerte..

9) La Masonería estuvo detrás de la Revolución de Mayo
Según algunos historiadores el movimiento de mayo de 1810 fue promovido por dos logias masónicas: La Logia Independencia y la Sociedad de los Siete. La primera nació en 1810 y estuvo presidida por Julián Alvarez: esta logia habría servido de base para la creación de la Logia Lautaro de San Martín y Alvear. La Sociedad de los Siete nació con el movimiento revolucionario del 25 de mayo de 1809 (ocurrido en Chuquisaca y que fuera antecedente del 25 de mayo de 1810), y llegó a tener nueve miembros: Matías Irigoyen, Castelli, Chiclana, Donado, Paso, Nicolás Rodríguez Peña, Vieytes, Belgrano, y Beruti: todos eran masones. La mayoría de ellos tuvieron participación fundamental en las reuniones de la jabonería de Vieytes, en el Café de Marco (las dos cocinas de la revolución), y en el Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810. De los nueve miembros de la Sociedad de los Siete, tres formaron parte de la Primera Junta: Paso, Castelli y Belgrano. Esta sociedad secreta fue un desprendimiento de una logia anterior llamada Logia San Juan de Jerusalem, que tenía entre sus miembros a Peña y Vieytes, quienes iniciaron en dicha logia a Belgrano, Beruti, Paso, Saavedra, Alvarez Thomas, y a los tres hermanos Balcarce. Otros historiadores sostienen que las logias mencionadas nacieron de influencias de logias inglesas durante las invasiones a Buenos Aires en 1806 y 1807.
10) Enfermedad, traición y olvido para los hombres de la Junta
Saavedra: Fue destituido, y luego restituido en sus grados militares. Estuvo un tiempo confinado en Arrecifes y luego volvió rehabilitado para desempeñar cargos militares de escasa importancia. Murió absolutamente olvidado.
Moreno: Su paso por el poder fue efímero pero intenso. Murió en alta mar en una fragata inglesa, cuando viajaba a Londres a cumplir una misión encomendada por la Junta. Su hermano Manuel siempre sostuvo que Mariano fue envenenado por disposición de sus enemigos.
Paso: Desempeñó cargos importantes durante mucho tiempo y militó en la Masonería en mayo de 1810. Murió en 1833 a los 72 años, y en el más absoluto olvido.
Alberti: Durante una acalorada reunión en el Fuerte el sacerdote murió de un síncope el 2 de febrero de 1811. Tenía 48 años.
Azcuénaga: Fue el único miembro de la Junta que tuvo una vida feliz y tranquila junto a su familia. Murió en 1833 en su finca, donde actualmente se encuentra emplazada la Residencia Presidencial de Olivos.
Belgrano: Murió en 1820 de múltiples enfermedades y en la más absoluta pobreza. Su lápida fue confeccionada con un mármol de una cómoda perteneciente a su hermana. No tenía dinero ni para su funeral.
Castelli: Fue procesado militarmente por su actuación en el desastre de Huaqui y por sus diferencias con Viamonte. El 12 de octubre de 1812 murió en prisión víctima de un cáncer de lengua provocado por la quemadura de un cigarro. Fue el principal orador del Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810.
Larrea: Fue un comerciante que ganó y perdió varias veces su fortuna. En 1847, desesperado por no poder levantar un pagaré, se suicidó de un navajazo.
Matheu: Luego de ocupar algunos cargos, en 1847 se alejó de la función pública por su estado de salud y se dedicó hasta sus últimos días a ser un comerciante de bajo perfil.

Fuentes: Diario de Buenos Aires 1810, de Roberto L. Elissalde;
Historias argentinas de Pacho O'Donnell;
Hombres de Mayo. Quiénes hicieron la Revolución, de Ricardo De Titto;
La masonería: política y sociedades secretas, de Emilio Corbiére;
Buenos Aires de Fiesta. Luces y sombras del Centenario, de Ricardo Warson, Lucas Rentero y Gabriel Di Meglio.
Patricia Rodón


http://www.mdzol.com/nota/466666-diez-cosas-que-no-sabias-del-25-de-mayo/

sábado, 27 de abril de 2013

¿Por qué se suspira?

Los mayas, ni tan únicos ni tan aislados


Las profecías mayas sobre el fin de los tiempos no sólo despertaron la curiosidad y la superstición popular, sino el interés científico por esta civilización asentada durante casi tres milenios en las tierras que hoy corresponden a México, Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador.
Si hace unos meses se difundió la teoría de que el cambio climático pudo suponer el colapso del esplendor maya, alrededor del siglo XI, un estudio de la Universidad de Arizona que hoy publica “Science”sugiere que este pueblo pudo haber desarrollado su cultura y arquitectura por contacto con otros grupos. Hasta ahora se daba por buena la teoría de que los mayas eran la continuación de los olmecas, la “cultura madre” de las civilizaciones mesoamericanas, o que habían surgido “espontáneamente” sin vínculos ni influencias de otros pueblos.
Takeshi Inomata, Daniela Triadan y su equipo de investigadores sostienen que ninguna de estas teorías puede contar la historia completa de los mayas. “En términos de los orígenes de la civilización maya del bajío, su relación [con los olmecas] es siempre el foco de debate. Ahora decimos que probablemente no fueron sólo los olmecas, sino varios otros grupos –por ejemplo, los asentados en Chiapas central y en la costa sureña del Pacífico– quienes mantuvieron importantes interacciones con los mayas”, explica Inomata.
Cuando las comunidades sedentarias comenzaron a aparecer en las tierras bajas mayas del sur de México, Guatemala y Belice, durante el conocido como Periodo Preclásico Medio –entre los años 1.000 y 700 A.C.–, los olmecas de la Costa del Golfo ya estaban bien establecidos en regiones cercanas, sostienen los estudios tradicionales. Ellos habrían aportado el arte y las estructuras políticas a otras poblaciones. Así, el centro costero olmeca de La Venta presenta estilos arquitectónicos reconocibles en el enclave maya de Ceibal. Pero Inomata y su equipo, a través de mediciones de datación mediante radiocarbono, hacen retroceder algunas estructuras ceremoniales en Ceibal, como plazas y plataformas, dos siglos antes del desarrollo de La Venta. Eso supondría que las pirámides en Ceibal probablemente se originaron tras amplios intercambios culturales que se dieron a lo largo del sur de Mesoamérica desde 1.150 a 800 A.C.
Cambio social
“El principal complejo de Ceibal está compuesto por un área de plaza, una plataforma occidental o pirámide y un montículo. Esto es generalmente conocido como un ‘Conjunto Grupo-E’, y pueden ser encontrados a lo largo de Mesoamérica”, dice Inomata. Varios investigadores se han resistido a usar el término para referirse a las estructuras de La Venta, dado que éste fue originalmente acuñado para describir la arquitectura maya, pero Inomata y su equipo argumentan que las construcciones ceremoniales de La Venta también deberían ser clasificadas como Conjuntos Grupo-E: “Posiblemente, sus usos fueron muy similares”.
Considerados en su conjunto, los hallazgos no sugieren que la civilización maya fuera anterior a la olmeca, ni que los mayas se hayan desarrollado independientemente, sino que los mayas participaron activamente en un importante cambio social que se dio en una amplia área. “Estamos viendo esta nueva forma de arquitectura, la cual probablemente refleja una nueva forma de sociedad y orden social que no emergió desde un centro como el olmeca de la Costa del Golfo, sino a través de amplias interacciones entre diversos grupos, incluyendo a los mayas del bajío”.

http://www.abc.es/ciencia/20130426/abci-mayas-unicos-aislados-201304251709.html

viernes, 29 de marzo de 2013

Vida, sexo y muerte, bajo las cenizas de Pompeya y Herculano

El British Museum resucita el lado más doméstico y cotidiano de las dos ciudades

Su mundo desapareció en 24 horas. Vivían sin saber que bajo las laderas fértiles del Vesubio latía el germen de su propia destrucción, que llegó por sorpresa en el año 79 antes de Cristo. Los habitantes de Pompeya, entre 12.000 y 15.000 personas según se estima, y los de la vecina localidad costera de Herculano, con unos 4.000 habitantes, murieron sepultados por sus propios techos, asfixiados por los gases tóxicos de la erupción, o carbonizados por un flujo abrasador de roca y aire ardiendo que se abalanzó sobre Herculano a 30 metros por segundo y 400 grados de temperatura.
Una nube volcánica de 35 kilómetros llevó la oscuridad a la bahía de Nápoles. La falta de visibilidad impedía la huida a los pompeyanos, que tuvieron unas pocas horas más de vida. Pero su mundo había sido el del aire fresco que disfrutan los actuales visitantes cuando recorren sus calles ordenadas, con el volcán al fondo. Un universo urbano de placeres y gozos cotidianos que desvela con sorprendente ternura la exposición que inaugura mañana el British Museum: «Vida y muerte en Pompeya y Herculano».
La muestra actúa como una varita mágica que insufla vida a las piedras muertas, reconstruyendo con sorprendente eficacia a través de 450 objetos (algunos no habían salido nunca de Italia) aquellas escenas que solo la imaginación del turista podía hasta ahora recrear. Y la vida romana que enseña está muy lejos del rugido de los gladiadores. Pompeya y la pequeña Herculano eran localidades cosmopolitas con una fuerte proporción de esclavos libres entre sus ciudadanos. Se estima que Pompeya debió tener entre 9 y 30 burdeles, la misma ciudad en cuyas paredes se han encontrado más de 50 graffitis con citas del poeta Virgilio. Un mundo de escenas tabernarias y conversaciones de alcoba que lleva a «The Times» a proclamar que «Sexo en Nueva York» ya lo descubrieron los romanos.
«Pompeya y Herculano eran dos ciudades romanas ordinarias que tuvieron un final extraordinario, y es esa ordinariedad la que nos dice tantas cosas de la vida de los romanos», explica Paul Roberts, comisario de una exposición estructurada siguiendo la vida en las calles, primero, y las diferentes estancias de las casas después. En ellas, las familias de Pompeya se retrataban con un sorprendente afán ilustrado e igualitario. Una de las pinturas muestra a «Terentius Neo y su mujer» codo con codo. Él sujeta un pergamino enrollado, símbolo de poder y sabiduría asociado a los cargos públicos, mientras ella se abraza a una tabla de escribir en representación de su estatus intelectual. «El papel de la mujer era muy diferente al de otras sociedades, como la griega», explica Roberts.

Equilibrio entre sexos


Un buen ejemplo es la estatua de la sacerdotisa Eumachia, que guarda todavía el color rojizo de su cabello. Sufragó de su bolsillo el edificio más grande del foro pompeyano, y el reconocimiento que concitaba es evidente. «No quiere decir que fueran iguales, no lo eran, porque no podían votar o asumir cargos públicos, pero mujeres como Eumachia constituyen un nuevo estrato de la sociedad romana», cree.
También las desinhibidas escenas de sexualidad conyugal que muestran algunos de los frescos más llamativos de la muestra apuntan a ese equilibrio (relativo) en las relaciones entre sexos. En un fresco encontrado en la Casa de Lucius Caecilus, la pareja parece entretenida con las posturas sexuales, ella de espaldas, desnuda y reclinada sobre él, mientras un esclavo difuminado al fondo espera sus instrucciones. La pintura colgaba en el patio de la casa, a la vista de todos. Como explican los responsables de la exposición, «los romanos estaban muy habituados a las imágenes de erotismo y sexualidad, que a menudo veían más como símbolos de fertilidad, superstición o, simplemente, de humor».
Es ese sentido del humor el que explica algunas imágenes más subidas de tono, como el de un lascivo sátiro que sujeta el pecho de una ménade, o la estatua del dios Pan en lo que antiguamente se definía como ayuntamiento carnal con una cabra. Esta jocosidad conmocionó a los arqueólogos que la encontraron a mediados del siglo XVIII en un jardín de Herculano, y se enseña en una sala aparte en el Museo de Nápoles. Pero el British Museum ha preferido integrarla en la muestra con un pequeño aviso para los padres. «No hay violencia, es una representación inofensiva y un buen ejemplo del sentido del humor con el que introducían en sus vidas temas como el sexo o la muerte», explica Roberts a ABC.
La vida en el hogar está ilustrada por delicados objetos, como una cuna de bebé de madera recuperada de la ira del volcán, o un banco para hacer una pausa en los paseos por los patios y jardines, reconstruidos con toda su calma por el museo londinense. En la calle, los residentes menos adinerados buscaban diversión en la tabernas como la de Salvio, de la que se salvaron algunos de los frescos más reveladores de la cotidianeidad pompeyana. «Aquí», exige un cliente al camarero. «No, me toca a mí», contesta otro. Las cocinas, un espacio menor en las casas, muestran las sopas y guisos de lentejas, alubias o cebolla que preparaban cuando estalló el Vesubio. Y la subrepticia presencia de higos cuestiona la trágica fecha del 24 de agosto atribuida a Plinio el Viejo, al ser octubre el mes de esta fruta.

Moldes de escayola para los muertos

sábado, 16 de febrero de 2013

Carpe diem

Carpe diem es una locución latina que literalmente significa "aprovecha el día", lo que quiere decir es «aprovecha el momento, no lo malgastes». Fue acuñada por el poeta romano Horacio (Odas, I, 11):
Original:
Carpe diem quam minimum credula postero
Traducción literal:
Agarra el/este día cuan/que mínimo crédito al posterior

"Dum loquimur, fugerit invida aetas: carpe diem, quam minimun credula postero" Mientras hablamos, huy el envidioso tiempo. Aprovecha el día, y no confíes lo más mínimo en el mañana.

La traducción menos literal y más comprensible para el hablante moderno sería "Aprovecha el día y no confíes en el mañana". Se puede entender como "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy" o también como "vive cada momento de tu vida como si fuese el último".
Es un tópico literario, un tema recurrente en la literatura universal como una exhortación a no dejar pasar el tiempo que se nos ha brindado, malgastándolo; o bien, para disfrutar los placeres de la vida dejando a un lado el futuro, que es incierto. Cobra especial importancia en el renacimiento, en el barroco y en el romanticismo.

Este tópico respecto a las diferentes épocas literarias ha ido variando en la forma de entenderlo. Durante el periodo de la Edad Media era entendido como: "vive el momento porque vas a morir pronto". Posteriormente durante el Renacimiento, los ideales de belleza y perfección hicieron entenderlo de la siguiente forma: "vive el momento porque vas a envejecer pronto". Finalmente en la época Barroca este tema se volvió a interpretar de la misma forma que en la Edad Media, pero con bastante más intensidad en cuanto a la muerte. También es el último momento cuerdo que se tiene cuando se va a morir.
Así puede representar síntomas de irresponsabilidad así como falta de consciencia en el ser. Pero también la actitud de vivir intensamente cada instante, de afrontar la vida con optimismo y alegría.
Es la frase principal de la película "El club/La sociedad de los poetas muertos (según el título español o hispanoamericano), protagonizada por Robin Williams y Robert Sean Leonard, la cual señala "aprovecha el momento" como una forma de llevar a cabo los sueños y deseos más profundos guardados en el interior de cada uno de los personajes, los jóvenes estudiantes del colegio Welton, gracias a la guía del nuevo profesor de literatura, encarnado por Williams, el Sr. John Keating. Deseos y sueños que van en contra de los deseos y sueños de los padres de los respectivos jóvenes.

http://es.wikipedia.org/wiki/Carpe_diem

lunes, 11 de febrero de 2013

Vestigia Nulla Retrorsum

“Vestigia Nulla Retrorsum” tomado de la fábula del zorro y el león según el poeta Horacio “Quia me vestigia terrent, / Omnia te adversum spectantia / Nulla retrorsum”, dijo el zorro al león que lo había invitado a su guarida. “Temo esos pasos, todas las huellas llevan a tu hogar, pero ninguna indica el camino de regreso.’’  Mientras que la traducción más común sería "No dar un paso atrás", step backward.
El rey de los animales estaba enfermo en su antro y mandó a hacer pregón a todos sus vasallos para que cada especie enviase una embajada a visitarlo, con el bien entendido de que serían bien tratados, tanto los mensajeros como la gente de su séquito, a fe de León.  El edicto del príncipe recibió exacto cumplimiento, cada especie de animales envió mensajeros. 
Pero cuando el zorro llegó se detuvo en la puerta de la caverna. Al verlo el león lo invita a pasar a lo que el zorro responde: "las huella señaladas en el camino de los que van a rendir homenaje, todas sin exceptuar una, están en dirección a la caverna. No hay ninguna que indique regreso. Esto da que pensar. Dispénseme su majestad, muchas gracias por su salvaconducto pero en el antro real veo muy bien la entrada, pero no la salida"

miércoles, 30 de enero de 2013

Ochenta años del ascenso de Adolf Hitler al poder













Y ahora, señores míos, que Dios los asista", dijo el anciano presidente del Reich, von Hindenburg, en el momento en que otorgaba el poder a Adolf Hitler el 30 de enero de 1933. De todos los aniversarios del Tercer Reich, posiblemente sea este episodio histórico el que más ayude a reflexionar sobre el ascenso de Hitler al poder, el punto de inflexión en el que confluyen todos los factores que propiciaron el triunfo del nazismo y, sobre todo, en el que se revelan las carencias políticas y sociales de la Alemania de Weimar, en las que Berlín sigue obsesionada por no volver a caer.La humillante Paz de Versalles había sumido al país en un peculiar estado de ánimo colectivo de frustración. La crisis económica había desembocado en un paro desesperanzador, de forma que muchos militantes socialdemócratas justificarían su conducta años más tarde recordando que Hitler, por lo menos, les había dado trabajo.La decisión de Bundesbank de imprimir moneda para salvar la situación había llevado la inflación a cuotas delirantes de manera que la tradicional clase media ahorradora alemana se había arruinado, mientras que los oportunistas que se habían endeudado para invertir en inmuebles y joyas se habían hecho millonarios.Ante la miseria, el hambre y la falta de atención sanitaria, el ocio se convirtió en un medio de evasión de masas a través de una poderosa industria del ocio en torno a los medios de comunicación, el cine y los clubes nocturnos, en un ambiente de depravación y decadencia moral como nunca había vivido Alemania. Todo y todos estaban en venta. La Revolución de noviembre, además, había provocado la aparición de los 'Freikorps' y las organizaciones de defensa, bandas armadas que sembraban la violencia y el terror en las calles.Pero todo esto no hubiese sido suficiente sin una maniobra política desesperada en medio de una maraña de intereses rastreros que enfrentaban a los miembros del más estrecho círculo del canciller alemán. El poder ya no residía en el pueblo ni el Parlamento democráticamente electo, sino en el presidente Hindenburg, que a sus 67 años y arrastrando una mala salud era propenso a ser manipulado por su propia camarilla.Por un lado, el partido nazi estaba dividido y en quiebra. Sus seguidores más radicales, ante la falta de resultados y protagonismo, estaban abandonando sus filas, pasándose al comunismo, y otros dirigentes con Strasser le disputaban a Hitler el control. Esto constituía una tesitura de debilidad interna que le impulsó a buscar apoyos fuera.Por otra parte, y al igual que su predecesor, el nuevo canciller von Hindenburg resultó incapaz de conseguir la mayoría parlamentaria y necesitaba un pacto para gobernar en el que Hitler seguía negándose a conformarse con la Vicecancillería. Quería el primer puestoFranz von Papen, que acababa de perder el cargo de canciller y contaba todavía con la confianza de Hindenburg, pactó con Hitler el 4 de enero: influiría en el presidente a cambio de un lugar de poder en la futura coalición. El 22 de enero, Hitler se reunió con Otto Meissner y con Oskar von Hindenburg, secretario e hijo del presidente respectivamente, consiguiendo su apoyo.Finalmente, tal día como hoy hace 80 años, Hitler fue nombrado canciller de Alemania y ni sus socios de Gobierno ni los ricos industriales que habían apoyado su causa lograrían ya controlarle. Esa misma tarde tuvo lugar desde la Wilhelmstrasse un desfile de camisas pardas que cortó el tráfico en el centro de Berlín durante cinco horas, mientras Hitler se encerró en la Cancillería, sumido en un monólogo del que iba haciendo partícipes, a trompicones, a los subordinados y sus esposas que acudían a felicitarle. Era la elaboración interna de todo un programa que quedó resumido en esta frase, recordada por Emmy Göring: ha dado comienzo la máxima revolución racial alemana de la Historia universal.

http://www.elmundo.es/elmundo/2013/01/29/internacional/1359461090.html

domingo, 27 de enero de 2013

El patito feo, o la capacidad de no resignarse

Esta narración nos indica a los niños y a los adultos que no hay que sentirse avergonzados de nuestras peculiaridades. ¿Y qué más nos dice la metáfora del cuento? Nos habla de la autoestima y de la aptitud de no claudicar.
























Por Mecha Carreira
El patito feo nos trae la esperanza de que las diferencias innatas no son “feas”, si uno no se avergüenza de ellas, llegado el momento, conducirán a beneficios concretos que traerán un futuro brillante. ¿Nos hemos sentido “patitos feos”? ¿Alguna vez creímos ver en esta narración nuestra historia? Bien, porque estábamos captando lo arquetípico de nuestra vida.
James Hillman, discípulo de Jung, introduce el concepto de story awareness o consciencia de la narrativa, que es la capacidad de encontrar la secuencia y el significado en una historia. Si de niños nos han contado o leído cuentos estamos familiarizados con lo que es una narración. Ya tenemos pautas en el inconsciente que nos permiten ver nuestra propia existencia como una narración al estilo de los cuentos de hadas: podemos organizar los hechos de nuestra vida cotidiana en experiencias significativas, los sucesos integran una trama que cobra un sentido. A través de la narración, lo simbólico penetra en el inconsciente, y ayuda a comprender la experiencia en su totalidad. La consciencia de la narrativa (story awareness), capacita para encontrar la propia narrativa, en sus facetas luminosa y sombría.
Entender o aceptar que en determinado momento uno es un “patito feo”, que la narrativa de nuestra vida se asemeja a esa historia, nos aporta un horizonte de significado. ¿Qué es el horizonte de significado? Es un marco de referencia en el que los hechos de la vida cotidiana hallan un hilo conductor que los integra. No sólo el niño podrá conciliar las experiencias que vive y encontrarles un sentido, también el adulto logrará visualizar que esa secuencia incoherente y anárquica de sucesos, sin relación aparente unos con otros, puede ordenarse. Gracias a esto, advierte que su vida tiene un horizonte, una trama.
Repensemos el cuento El patito feo. Esta historia muestra que ser distinto no es malo y también que en determinado momento hay que renunciar a los deseos de dependencia (inmaduros, infantiles) y buscar una vida independiente más satisfactoria. Es importante en la sociedad contemporánea -donde los cambios son la constante y es necesario pasar por distintas pruebas: cambios de trabajos no deseados, mudanzas, rupturas afectivas-, contar con héroes que deben salir al mundo real, valerse por sus propios medios y hacer su camino apoyados en su confianza interior.
El héroe-patito deambula solo durante un tiempo y –al igual que muchos de nosotros-, por momentos se siente aislado, sin rumbo, en una búsqueda cuyos contornos son difusos. El destino del héroe-patito señala que podemos encontrarnos perdidos, abandonados en la vida, transitando a tientas en medio de la noche o el frío, pero que no hay que detenerse ni resignarse, en el camino se recibirá ayuda en el momento oportuno. Este ser solitario es capaz de aprender de cada experiencia, enriquecerse con ella y seguir, y al mismo tiempo, establecer relaciones satisfactorias y llenas de sentido, a pesar del entorno que lo rodea.
¿Qué nos dice el Patito? Para no quedar indefensos ante los caprichos del destino, hay que desplegar los recursos internos; de esta forma las emociones, la imaginación y el intelecto se apoyan y enriquecen mutuamente. Las emociones y sentimientos positivos proveen energías para desarrollar nuestra racionalidad. Pero, esto no es suficiente para sobrellevar las adversidades, hace falta la esperanza que es capaz de socorrernos en los infortunios con que, inevitablemente, nos topamos.
Según Hillman, la narrativa de los cuentos de hadas tradicionales tiende a expandir la consciencia. Por eso estas historias deben ser contadas con la mínima interferencia del racionalismo contemporáneo, que tiende a desmenuzar el sentido de los cuentos con leyes lógicas. Pero estas historias encierran una realidad alterna y fantástica, que da lugar a que afloren todas las posibilidades, más allá de una realidad concreta.
Poder fantasear es una actividad creativa que ayuda a interpretar e insertar sucesos aislados de la vida en situaciones arquetípicas que ayudan a entender la experiencia y liberar su significado. Hillman considera que, si se pierde esta mirada metafórica sobre nosotros y nuestro mundo, podemos quedar atrapados en lo literal, y perder la riqueza simbólica de la experiencia y la capacidad de integrarla en un horizonte de significado.
Rizó entonces sus alas, alzó el esbelto cuello y se alegró desde lo hondo de su corazón, jamás soñó que podría haber tanta felicidad, allá en los tiempos en que era sólo un patito feo. El patito feo, de H. C. Andersen.
http://rouge.perfil.com/2013-01-27-24107-el-patito-feo-o-la-capacidad-de-no-resignarse/